“Vemos que existe educación de excelencia,
pero no es para todos, ya que
las comunas del sector oriente de Santiago
concentran la mayor cantidad de puntajes nacionales”
(Joaquín Lavín)*
Nuestra educación nos ha acostumbrado a presenciar varios ritos en el año, se abre con la entrega de los resultados de la PSU, a mitad de año nos confrontamos con la entrega de alguna mediación internacional del tipo PISA o TIMSS y, por último, cerramos la liturgia con los guarismos del SIMCE. En cada instancia, todos, autocomplacientes y autoflagelantes, mercadistas y humanistas, tirios y troyanos se enfrentan por buscar algún matiz que les permita llevar algo de agua a su molino, pero, a pesar de esto lo que todos reconocen, incluso los mercaderes más acérrimos es que los resultados de todas las mediaciones dejan ver en forma abierta y palmaria la tremenda inequidad de la educación chilena.
Las cifras duras
La prensa habla del asombroso incremento en el número de puntajes nacionales, subieron de 354 el 2010 a 520 el 2011, bien y felicitaciones todas y todos, pero en el universo general representan el 0,025% del total de los que rindieron la prueba el año pasado. Ahora bien, de estos 520 puntajes nacionales el 46% proviene de ocho comunas de la región metropolitana: Las Condes, Lo Barnechea, Vitacura, La Florida, La Reina, Ñuñoa, Maipú y Peñalolén; vale decir, de los sectores medio alto y alto. En relación a los colegios de origen, acá se repite la fórmula de la inequidad, un 66% proviene de colegios particular pagados, un 18% de colegios municipalizados y, por último, un 17% de la educación particular subvencionada con fines de lucro. La brecha entre los colegios privados y el resto es abismante, estos sobrepasan a la educación pública en 153,2 puntos y en 121,1 a la particular subvencionada con fines de lucro; pero esta última, la particular subvencionada con fines de lucro, viene aumentando la brecha en forma significativa, el 2005 la brecha era de 93 puntos, hoy se distancia de la educación particular por 121,1 puntos, vale decir, un aumento de casi 28 puntos en siete años.
El Estado hace poco
“No niego que dentro de los jóvenes que
se sacaron fotos con el ministro ayer
habrá alguno que se sacó la mugre estudiando,
pero la gran mayoría tiene que dar las gracias
a sus padres y a los medios que tuvieron a
su alcance cuando eran niños”
(Rodrigo Cornejo)**
La verdad que este post podría ser el mismo que publiqué el año pasado y, lo más probable, el mismo que publique el año próximo. A pesar de todo nuestra educación no cambia, existe una educación para alumnos con recurso (la minoría) y otra para el resto (la mayoría); qué hace el Estado, poco, subvencionar a solo a un pequeño grupo de clase media en los llamados liceos emblemáticos. Pero, por otra parte, esto está demostrando la falacia comunicativa en que incurre el modelo educativo del presidente Piñera denostando a la educación pública con todos los males, pero su principal competidora, la subvencionada con fines de lucro, no es tanto mejor que la primera en calidad o excelencia, eso sí es un negocio altamente lucrativo para los privados.
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* Joaquín Lavín. La Tercera, 3 de enero de 2011.
** Rodrigo Cornejo, académico y coordinador del Observatorio de Políticas Educativas de la Universidad de Chile (OPECH). Ver en: http://radio.uchile.cl/noticias/97237/